Derrotemos la Proscripción
Por primera vez en la historia, y luego de la reforma impulsada por
Néstor Kirchner en el 2009, habrá elecciones primarias el 14 de agosto, antes
de las presidenciales. Las mismas no definen quien será presidente ni quienes
los diputados o senadores nacionales que recién se votarán, efectivamente, el
23 de octubre. Tampoco son elecciones “primarias”, propiamente dichas, ya que
todos los partidos que se presentan a cargos nacionales llevan un solo
candidato.
Por el contrario de lo que dice la propaganda Oficialista, estamos ante
una reforma antidemocrática que busca, como uno de sus objetivos centrales,
impedir que la voz de los trabajadores combativos y de la izquierda se escuche
en las elecciones nacionales, poniéndonos como condición un mínimo de 400.000
votos (1,5%) para poder participar de las verdaderas elecciones presidenciales.
No se conocen ejemplos de una medida tan antidemocrática como exigir un piso de
votos para ser parte de las elecciones generales, proscribiendo de esta manera
a las nuevas fuerzas políticas. Ya bastante poco democrática son las elecciones
cuando las condiciones económicas son desiguales donde los partidos bancados
por los grandes empresarios y banqueros tienen muchos más espacios en los
medios masivos y hacen campañas multimillonarias.
Los que votan estas leyes son legisladores kirchneristas y de la
oposición patronal, que ganan arriba de 15.000 pesos y buscan callar la voz de
la izquierda que planteamos que en todo cargo político se cobre lo mismo que
una maestra o un trabajador. No quieren que las ideas de la izquierda lleguen a
los trabajadores y al pueblo, por que en estas elecciones somos los únicos que
planteamos una agenda de los trabajadores y los pobres. Ninguno de los
políticos patronales propone que hay que terminar con la tercerización y la
precarización laboral que alcanza al 40% de los trabajadores (como los
compañeros contratistas, que trabajan con jornadas laborales de 9 hs por la
mitad del salario de los efectivos), que hay que trabajar 40 hs semanales con
un salario igual a la canasta familiar para repartir las horas de trabajo y
terminar con el desempleo, que hay que dejar de pagar la deuda e imponer
impuestos a las ganancias empresariales para invertir en planes de obras
públicas controlados por los trabajadores para construir viviendas y elevar los
presupuestos de salud y educación públicas, o que hay que dejar de militarizar
con la gendarmería y otras fuerzas represivas los barrios humildes que trae el
aumento de los casos de gatillo fácil y el amedrentamiento sobre los jóvenes
pobres. Ninguno de los políticos patronales tampoco propone que las empresas
privatizadas, vuelvan a manos del Estado y bajo control de los trabajadores y
usuarios populares. Y que la plata de los jubilados debe utilizarse para el 82%
y no para subsidiar a los empresarios.
Por todo esto desde la Agrupación Violeta llamamos a todos los
trabajadores telefónicos a apoyar al Frente de Izquierda en las primarias para
pasar la proscripción e imponer que se discuta una agenda del pueblo
trabajador.
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